(Narra Jenny)
Cuando Jessy después de hablar un rato largo con Eric se fue a su asiento yo me fui a mi asiento me senté me relaje y me dormí, soñé que cuando bajara de aquel avión y llegara a la casa(mansión) de Diego conocería a alguien que daría un vuelco a mi vida el único problema es que en el sueño no recordaba ver la cara de él si de él porque era un chico. Me desperté con el corazón bastante tranquila muy raro en mi porque estábamos aterrizando y no me puse de los nervios ni nada muy raro la verdad…
- Jenny , ya te as despertado e dormilona – oía una voz que me llamaba, pero no podía distinguir quien era debido a que todavía estaba un poco dormida.
-Si… - dije yo sin ganas ni fuerzas.
-Que ya hemos llegado a Miami a ver que te parece – dijo Eric ahora si que podía distinguir quien era.
-¡Huy que bien! Pues si que se me a pasado pronto el viaje… - dije yo ya despierta por completo.
-No me extraña habrás dormido bien con lo que roncabas…jajaja – dijo el gracioso.
-Oye, que yo no ronco – dije yo enfadada.
-Si sí lo que tu digas – dijo el poniendo cara de sabelotodo.
-Por favor señores pasajeros acabamos de aterrizar recojan sus cosas y salgan del avión – dijo la azafata.
Empecé a coger mis cosas como me había dicho la azafata vamos que solo tuve que coger el bolso por que todo lo demás lo llevaba en la maleta, para coger el bolso que estaba en lo alto Eric me ayudo.
Cuando bajamos del avión empecé a buscar a Diego y a Jessy, cuando los encontré a Diego le presenté a Eric porque Jessy ya lo conocía. Nos pidió Eric nuestros números se los dimos y él nos dijo el suyo nos lo a puntamos y quedamos en que le llamaríamos o nos llamaría.
-Bueno chicos yo me tengo que ir hasta luego – dijo Eric.
-Hasta luego – respondimos todos a la vez.
-Bueno que nos presentas a tu casa o nos presentas las camas del aeropuerto jajjaja- le dije yo a Diego.
-Hombre que por mi si quieres dormir aquí… ningún problema ¡eh…! – dijo Diego.
-Oye, que yo no quiero dormir aquí en el suelo que si no a esta cara le aparecen mas arrugas… por las mañanas… que necesita su tratamiento diario – dijo Jessy un poco mosqueada.
-Bueno vale… llamo al mayordomo para que nos venga a buscar el la limusina – dijo Diego.
-Perdona Diego, ¿hemos entendido bien? ¿Mayordomo y limusina? – dijimos las dos, a la vez entusiasmadas y confusas porque no nos lo creíamos.
-Sí, sí ¿tan raro os parece?, os recuerdo que estamos en Miami no hay gente pobre que se diga… mas que nada por que no podrían sobrevivir – dijo Diego.
-Am… - entonces, ¿cuanto tardara más o menos? – pregunte yo.
-No se, de veinte minutos a media hora…, porque con el atasco que hay siempre en Miami… - dijo Diego.
-¿Qué? – dijimos a la vez Jessy y yo alarmadas.
-Me muero de hambre…-dije yo muy pero que muy alarmada…
-Tu como siempre con tu apetito… - dijeron los Diego y Jessy a la vez.
-Oye, que desde que hemos desayunado han pasado muchas horas – dije yo, porque no me apetecía mirar el reloj.
-Pues vas a tener que esperar el mayordomo no puede ir mas deprisa con la limusina…- dijo Diego.
-Y si entramos a tomar un tentempié ahí –dijo Jessy señalando una cafetería.
-Por mi vale, todo lo que sea picar entre horas…jejeje –dije yo contenta porque había ganado.
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