Capitulo 9

Capitulo 9

Luego vino diego la verdad el otro dia en la cafetería me callo muy bien la verdad era muy majo simpático divertido va a mi clase creo que me toco un trabajo de bilogía con el… a y nod si no os lo e describido ya es moreno ojos marrones ya se que son muy vulgares pero no se tenían un color especial y ese pelo… me caguendiez que pelo…miradlo por vosotras mismas:



Pero lo que yo no sabia era que tenia un hermano al otro lado del mundo que no tardaría mucho en conocer y que me iba a cambiar la vida por completo…

Hola Jenny – dijo con su enorme y preciosa sonrisa.

Hola Diego – dije yo con la sonrisa que pude porque ni de sombra igualaba a aquella enorme y preciosa sonrisa.

Te a apetece tomar un helado después – dijo él.

Claro pero invito yo ehh que con el cappuccino ya vale – dije yo.

Bueno vale – dijo sonriendo de esa manera…

Bueno te recojo en tu casa sobre las 5, ¿te parece bien? – dijo el.

Por mi vale, pero se tendrá que venir Tobi que asi lo saco de paseo – dije yo.

Claro además me encantan los perros – dijo el.

Perfecto pues a las 5 entonces , adiós Diego– dije yo.

Adios Jenny – dijo el con su jodida pero a la vez perfecta sonrisa.

Lo que no sabia yo es que había otra sonrisa incluso mas bonita que aquella al otro lado del mundo el camino se me hizo muy largo llegue a casa me duche luego comi y me fui al ordenador a mirar el Tuenti no sin antes haber dado de comer a Tobi en el Tuenti tenia una petición de amistad de Diego y otra de Javier la verdad a Javier le había olvidado por completo vale que fuera guapo y todo eso pero lo que mas odiaba es que era muy creidillo y tenia a todas las chicas detrás de el y aun quería mas y mas chicas…

Se hicieron las 4:30 asi que me cambie de ropa y me puse una sencilla camiseta de tirandes que ponía I LOVE LONDON con su bandera de fondo y unos pantalones cortos y mis sandalias favoritas me alise el pelo y me maquille, iba arreglada pero no informal y muy pero que muy discreta con el maquillaje como a mi me gustaba.

Baje corriendo las escaleras coji a Tobi y llamaron al timbre, abri la puerta y allí estaba esa perfecta sonrisa pero no sentía amor por el sino una preciosa amistad que duraría por siempre…

Hola Jenny – dijo el.

Hola Diego nos vamos – dije yo.

Pues claro, ¿como se llama tu perro? – dijo el.

Tobi, ¿lo quieres llevar tu? – dije yo.

Claro – dijo sonriendo.

Lo cogio y nos fuimos ya de la puerta de mi casa llegamos a la heladería…